¿Eres pesimista?

¿Eres pesimista? ¿Siempre ves el lado negativo de las cosas?

Los pensamientos típicos de un pesimista por lo regular son: “No puedo”, “No lo voy hacer bien”, “Podría haberlo hecho mejor”, “Todo está igual”. Siempre les va a faltar algo para ser felices o estar contentos, viven con amargura y desilusión. Romper con la inercia de cada día de nuestras vidas no es fácil. Estamos demasiado a gusto en nuestra comodidad de quietud. A todos nos es difícil enfrentarnos a los obstáculos diarios que la vida nos impone y muchas veces nos sentimos convencidos de que no vale la pena continuar y estamos a punto de desistir de nuestros objetivos. A esto se le llama PESIMISMO.

¿Cuándo empezamos a ser pesimistas?

Tal vez ni siquiera nos dimos cuenta en qué momento dejamos de tener sueños e ilusiones, ¿cuándo fue el principio de un camino en el que dejamos que la vida se impusiera sobre nosotros y nos guiara como si fuéramos un papalote, sin destino alguno? Cuando somos pesimistas vemos el peor escenario de todo. Este sentimiento nos lleva a pensar que algo nos falta, que hemos perdido la alegría, las ganas de vivir, dejamos a un lado nuestros proyectos e ilusiones y el diario amanecer empieza a hacernos nuestra existencia muy difícil. Es ahí en dónde podemos voltearnos hacia nuestra Brújula Emocional que es nuestro indicador de emociones, y debemos preguntarnos por qué nosotros no hemos diseñado nuestros planes de vida, y si lo hemos hecho y nos hemos quedado en el camino, por qué no volver a tomar las riendas y volver a hacer tal vez el mismo diseño, pero bajo un diferente enfoque. Por eso los talleres de “Encuentra a tu Niño Interior” “cerrando círculos”, “Cómo perdonar”, etc. llaman la atención a muchas personas que están deseosas de volver a encontrar la alegría de vivir. Pero sin embargo, para dejar de lado el pesimismo, no basta acudir 1 día o 2 a pláticas o dinámicas donde te prometen que el encontrar a tu niño interior es cuestión de darte palabras claves o pensamientos positivos.

Puntos claves para identificar el pesimismo

1.- Cuando ya no nos preguntamos antes de comenzar algo ¿para qué hago esto?
2.- Cuando ya no examinamos nuestras metas y hacemos planes.
3.- Cuando nos volvemos temerosos y no emprendemos nuevas rutas.
4.- Cuando ya no imaginamos nuestro futuro y tampoco tenemos ganas de planear nuestro presente.
5.- Cuando dejamos de transformarnos. Si todo cambia, en qué momento nosotros nos quedamos en un camino que creemos NO nos ofrece esperanzas?
6.- Cuando dejamos de vivir con la misma intensidad de cuando éramos niños.
7.- Cuando creemos que hemos perdido el sentido de nuestra existencia – el sentido de Nuestra Brújula Emocional

• Haz espacio para recuperar tus sueños, deja de lado la frase universal “No tengo tiempo”.
• Lleva un registro de tus pensamientos, y te darás cuenta cuántas veces has incurrido en el pesimismo.
  El pensamiento es un conductor de energía. Si el pensamiento es positivo, sus efectos son re-constructivos.

Y lo más importante:

Permanece siempre alerta: Recuerda que TODOS tenemos tres cosas maravillosas y que nadie nos puede quitar:
1. Potencia ilimitada
2. Inteligencia
3. Capacidad
Es importante también recordar que todos tenemos dones y todos podemos hacer milagros.

Ésta es la vida en el momento presente. Aliméntate con ella y vívela sin miedos y sin culpas.

Para Reflexionar:

“Tal vez nuestro pensamiento, no sea tan libre … todos tenemos de manera inconsciente, cierto modo de vernos y de ver las cosas. Filtramos información a través de una especie de prisma. Sólo vemos parte de la realidad. Si llevamos gafas de cristales grises, veremos la vida en gris. Si las llevamos de cristales rosas, veremos la vida de color rosa. Algo parecido ocurre con los filtros del pensamento” Frédéric Fanget.