El ser humano ha sabido desarrollar conocimientos y técnicas en beneficio de su salud.

Durante los últimos 200 años la medicina extendió sus alcances en materia de prevención y tratamiento de enfermedades que antes resultaban potencialmente mortales, cómo las infecciones.

A la par de los adelantos médicos los pacientes han desarrollado una urgente necesidad por ser atendidos por enfermedades tan comunes como el resfriado o someterse a procedimientos muchas veces innecesarios como las cesáreas.

Huimos del dolor, pero no escapamos de él.

Y es que la enfermedad y el dolor son compañeros nuestros desde el orígen.

Los síntomas característicos y el dolor asociados a las enfermedades son avisos necesarios del cuerpo para decirnos que algo no está bien.

Todos los días libramos batallas contra agentes patógenos, elementos mediombientales, estrés y además y por si fuera poco contra la intoxicación y abuso medicamentoso.

Y sí, los medicamentos han sido desarrollados para “curarnos” o al menos mitigar el dolor.

Pocas personas están dispuestas a soportar la sensación de “cuerpo cortado” del resfriado, un dolor de cabeza o el cansancio por esfuerzo”.

Lejos de recurrir al descanso y los hábitos saludables (entiéndase cómo hábito saludable, dormir, descansar, beber líquidos suficientes, ejercitarse regularmente) prefieren silenciar las expresiones orgánicas con analgésicos (1) por ejemplo.

Además la lucha contra los patógenos hoy en día no conoce distinciones pues lo mismo se recetan diariamente antibióticos para una resfriado(2) o para una diarrea.

En salud, menos es más

En salud, menos es más

Los pacientes creen que un buen médico es el que receta “más medicamento” o más preparados herbales, o más globulitos o terapias cuerpo mente(3) y en todos los casos están equivocados.

El buen médico tiene la facultad de analizar un caso particular, extraer datos y actuar en consecuencia. Conoce las variantes clínicas y personales del paciente y es capaz de decirle…usted solo necesita descansar.

Lamentablemente los pacientes se asustan al escuchar estás temibles palabras, porque ignoran lo que el buen médico si sabe.

“Que las enfermedades que se pueden curar no necesitan intervención, solo las incurables son eternamente medicadas”.

A ese mecanismo maravilloso que posee nuestro organismo se le llama “regresión a la media”

Voltaire lo expresó así  “el arte de la medicina consiste en entretener al paciente mientras la naturaleza cura la dolencia.”

Es decir las enfermedades “curables” llegarán a su cenit para luego mostrar una vuelta al estado natural del organismo, dónde esté ya no se siente agredido y los síntomas cesan o dicho de otro modo se autolimita y desaparece.

Antiguamente se pensaba que el medio interno se desenvolvía saludablemente exento de cambios (homeostásis), hoy sabemos que el cuerpo se preserva gracias a la capacidad de enfrentar y adaptarse a los cambios (alostásis).

Lo saben las bacterias super resistentes a los antibióticos que usted toma sin receta… y usted también debe saberlo.

El equilibrio es la alternancia.

 

Brenda Marrod

 

(1).- Analgésico: Falta o supresión de toda sensación dolorosa, sin pérdida de los restantes modos de la sensibilidad. (“Analgesia”, Diccionario médico, biológico, parr. 1) https://dicciomed.usal.es/palabra/analgesia

(2).-El resfriado común es una infección viral leve y autolimitada, pero es la causa más importante de morbilidad aguda en los países industrializados, siendo la afección que más a menudo justifica el absentismo escolar y laboral. (“Resfriado común”, Elsevier, parr. 1) https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-resfriado-comun-13023373

(3).-Las técnicas cuerpo y mente se basan en la teoría de que los factores mentales y emocionales pueden influir en el estado de salud física. Para conservar la salud y prevenir o curar la enfermedad se usan métodos conductuales, psicológicos, sociales y espirituales. (“Técnicas cuerpo y mente” MANUAL MSD, parr. 1)

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