A pesar de que aún queda mucho por recorrer, hoy podemos estar contentos como sociedad mexicana por el hecho de que hace 64 años que se aprobó el decreto para que las mujeres obtuvieran derechos políticos, lo cual les permitió votar y optar a ser elegidas para un puesto mediante votación popular.

El histórico hecho vino de la mano del presidente Adolfo Ruíz Cortines, quien envió la iniciativa de ley con la que se reformarían los artículos 34 y 115 de la Constitución, lo que permitiría finalmente el sufragio universal para las mujeres.

No faltó el sector crítico y el agnóstico ante esta apertura, pero finalmente el 17 de octubre de 1953, la medida se publicó en el Diario Oficial.

A pesar de la aprobación, las mujeres no acudieron a las urnas hasta el 3 de julio de 1955 para emitir su voto por diputados federales para la XLIII Legislatura, pues aún habían esposos, hermanos y padres que creían que tenían derecho a decidir sobre las mujeres de la familia.

1953 marcó un hito y fue la culminación de una lucha que en verdad había comenzado mucho antes, en 1916, cuando se llevó a cabo el primer congreso feminista de Yucatán, donde mujeres reclamaron igualdad y lucharon para que se otorgara igualdad política.

Las mujeres ganaron la lucha ya que el estado de Yucatán fue el primero en reconocer el voto de la mujer en 1923.

Con el paso de los años, no han sido muchos los presidentes que continuaron apoyando a la mujer en su particular cruzada. Lázaro Cárdenas en 1937 promovió una reforma que otorgaba derechos políticos a las mujeres y en 1947 Miguel Alemán promovió una reforma constitucional para que las mujeres pudieran ejercer su derecho al voto.

En la actualidad hay en México unos 119 millones de habitantes, de los cuales, 61 millones son mujeres y 58 hombres, con lo cual, parece que el voto de la mujer es sumamente importante, ¿no?

Celebramos con emoción estos 64 años de igualdad, pero también es momento para recordar que queda mucho por hacer en cuanto a llegar a la igualdad entre hombres y mujeres, sobre todo en el ámbito del trabajo y los salarios, donde un hombre aún sigue cobrando más que una mujer por desempeñar el mismo puesto.

Sigue leyendo a Emilia López

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