Todos sabemos que el 1 mayo se celebra el Día Internacional del Trabajo, pero tal vez desconocemos la historia detrás de esta fecha que cambió la jornada laboral para siempre.

Todo empezó en 1886 en los Estados Unidos cuando los trabajadores habían iniciado una lucha por reducir su jornada laboral a 8 horas, que en esa época era ¡de 12 a 16 horas diarias! Los sindicatos defendían la lógica que, al tener 24 horas al día, 8 debían ser dedicadas al trabajo, 8 al tiempo libre y 8 a dormir, pero a los empresarios no les convencía su causa.

La historia detrás del 1 de mayo

La historia detrás del 1 de mayo

Tras el paso del tiempo y sin ser escuchados por las grandes empresas, los trabajadores decidieron que era hora de ejercer presión sobre las autoridades, por lo que advirtieron que, si a partir del 1 de mayo de 1886 la jornada laboral no se reducía a 8 horas, empezarían una huelga. Algunas empresas cedieron ante la amenaza, pero la mayoría se negó, en especial en Chicago; así que, a partir de la fecha advertida, inició una manifestación de 3 días que resultó en enfrentamientos entre la policía y los trabajadores. La tensión escaló hasta que en una concentración en la plaza de la ciudad explotó un explosivo causando la muerte de un oficial, lo que provocó cruce de fuego con saldo de varios muertos y cientos de heridos.

 

No fue sino hasta tres años después que, en París, el Congreso Obrero Socialista declara al 1 de mayo como Día de los Trabajadores, como homenaje a la jornada de lucha por los derechos laborales, aunque curiosamente, el país en el que nació el 1 de mayo, los Estados Unidos, no se celebra el Día del Trabajo en este día, sino el 1 de septiembre (Labor Day), porque las autoridades temían que la fecha reforzara el movimiento socialista y obrero.

Sin embargo, muchos otros países alrededor del mundo conmemoran esta fecha con concentraciones y manifestaciones pacíficas para reconocer los avances en la reivindicación de los derechos de los trabajadores, pero también para reafirmar la lucha por los retos que aún quedan por delante, para asegurar a todos y todas condiciones laborales equitativas y justas.

Recordar la historia de los trabajadores que lucharon porque hoy en día tengamos mayores derechos laborales es fundamental, sobre todo en el ambiente de cambios políticos que estamos viviendo, en los que a veces parece que regresamos al pasado con gobiernos que dan su espalda a las conquistas de los sindicatos alrededor del mundo.

 

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