La afición por compartir noticias en redes es increíble, a tal grado que hemos caído en la absurda trampa del “chisme”, ¿qué es un chisme?, un chisme es un comentario o noticia que circula entre la gente, generalmente de carácter negativo; y un deporte que se practica en todos niveles y todos los ámbitos, en la escuela, la oficina, el club, grupos de amigos, políticos, farándula, el chisme en un indicativo de nuestra sociedad de que estamos insatisfechos con la vida propia y es mejor ver la vida ajena, sin ningún fin positivo.

Títulos escandalosos, fotografías atrevidas, son el gancho para caer en las redes sociales en invitaciones fascinantes a compartir información no verificada, información que sería inofensiva si no fuera porque es parte fundamental del tráfico de noticias digitales que alimentan constantemente a las redes sociales y que ayudan a formar la opinión pública.

El Clickbait, es esa búsqueda incesante de clicks para que el usuario visite tu sitio, mismo que tiene un sin número de banners y obviamente marketing político. Las elecciones en Estados Unidos mostraron una manera muy compleja de utilizar a las redes sociales y a las noticias falsas como propaganda política negra. No sólo se crearon sitios de Fake News que hablaban de la candidata demócrata, sino que los algoritmos de alcance en las plataformas hicieron lo suyo, logrando que las noticias de fuentes dudosas se consultaran más que las de fuentes confiables.

Las conversaciones recientes fundamentan su saber en “lo leí en el Facebook” como si fuese una fuente confiable de información, en el mundo proliferan la publicación de Fake News, el auge de las redes sociales en la vida de las personas sin lugar a dudas es importante y ha transformado las formas tradicionales de comunicarse, pero también ha posibilitado un fenómeno que es bastante desagradable y que se ha viralizado a una velocidad inusitada. Expertos han definido a este hecho como la post-verdad, lo cual se refiere a los casos en que una verdad sentida, cargada de emoción, llega a ser más importante que una verdad sustentada en hechos concretos. Actualmente para hacer frente a esta situación, Google y Facebook, dos de las empresas más conocidas a nivel global, están desarrollando poderosos algoritmos para combatir informaciones falsas o que al menos eliminen la posibilidad que la gente tenga acceso a ellas y las difundan.

Pero ¿Qué debo tener en cuenta para identificarlas? ¿Qué hacer para no creer todo lo que me dice el Facebook y, sobre todo, lo más importante, ¿Qué debo considerar antes de compartir una noticia de dudosa procedencia?

En primer lugar, debemos revisar la procedencia, ¿quién emite esta información?, según CNN estas noticias vienen de sitios ficticios, que fueron diseñados para parecer serios, sin serlo, y generan ganchos con títulos muy llamativos y fotografías que a primera vista pueden ser creíbles o reales, debemos leer y ver las fuentes en todo momento.

También encontramos noticias engañosas, que son más difíciles de desenmascarar ya que tienen algo de verdad, lo que puede ser un hecho, pero son presentadas fuera de contexto, con titulares de corte sensacionalista, pero tergiversan la información de la noticia, aquí lo recomendable es buscar contra opiniones o ir directamente a fuentes fidedignas para comparar la información previo a compartirlas.

Las noticias partidistas son terribles por que los hechos son manipulados con fines desinformativos, por lo que en todo el tema político se debe tener mucho criterio al leerlas y jamás creerlo del todo, más vale leer a columnistas serios en estos temas y críticos políticos con buena reputación respecto al origen de la información que utilizan.

Un tema que me encanta encontrar en las redes son las sátiras que no tienen ninguna intención de informar, ni ser reales, ni nada, sólo entretener con risas, pero a pesar de que se entiende claramente que es una broma, mucha gente sólo lee el titular, comenta su contenido y comparte, sin especificar o no si es broma o realmente se creyó la noticia.

Todo esto me hace recordar los chismes del colegio que si fueran verdad mi vida sería interesantísima o invenciones en los trabajos donde la gente habla mas de ti que lo que realmente eres, bien ahora este chisme se ha apoderado de las redes sociales, según Alfonso Ruiz Soto semiólogo estudiante del comportamiento y personalidad, el chisme denota frustración sexual, represión y de alguna manera envidia y soledad, y la verdad es que así veo la sociedad actual, frustrada sexualmente, reprimida y muy sola, inmersa en el ámbito social (virtual) esperando que sus Fake News o las de los demás nos hagan ser el matrix de nuestras generación.

El único gobierno que ha tomado cartas en este asunto es el gobierno alemán que ya ha presentado un proyecto de ley según el cual impondría multas de hasta 50 millones de euros a las redes sociales que no eliminen contenidos difamatorios, mensajes de odio o noticias falsas, la medida radical más draconiana que ha tomado un país europeo contra Facebook.

Lo más preocupante sobre las noticias falsas, según la académica UDP, es que “cuando la idea de un grupo cerrado se empieza a asentar, da lo mismo lo que te digan, da lo mismo la verdad“. Es un tema que va a ser cada día más recurrente y se va a transformar en un desafío importantísimo, de hacer esfuerzos extra, de extra chequeo para contrastar inmediatamente donde se originó y cuál es la fuente. Conclusión: no crea todo lo que ve ni todo lo que lee.

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