FIDEL, ¿HÉROE O TIRANO?

Viernes 25 de noviembre de 2016, muere a los 90 años Fidel Alejandro Castro Ruz, líder de la revolución cubana, estadista, abogado y político de vocación, la vida de Fidel acaba con la fuerte lección que convertir su utopía en polvo.

Fidel ¿Héroe o Tirano?

Todavía recuerdo mi primera vez en Cuba, la vista, la música, el baile, la alegría en la cara de todos los que te reciben, no podía entender cómo siendo tan felices escapaban en balsas de la isla a como diera lugar, los taxistas se expresaban del Comandante en Jefe como si hablaran de la máxima autoridad, no sólo militar, sino moral; escuchar hablar a Fidel era un deleite para los oídos, con el perfil de héroe en todo momento, de un rebelde consumado y orgulloso de serlo, de un hombre sin miedo pero sobre todo de un líder preparado y que sabía lo que decía, puso a Cuba en la boca del mundo, fue admirado como líder revolucionario, carismático, con una personalidad imponente y serena.
Pero como todo en la vida hay otra cara de la moneda y los hechos hablan más que las palabras, los hechos te enseñan la verdad que sólo te deja ver que en la paradisiaca isla todos eran iguales, menos él, todos pobres, menos él, todos sometidos, menos él, entonces qué de cierto hay es sus palabras, la real academia define como tirano: a todo aquel que abusa del poder político y gobierna de manera totalitaria, sin limitaciones legales y, normalmente, actuando de forma corrupta y cruel, una persona que abusa de su superioridad y de su fuerza con relación a los demás.

No hablo de intenciones o de discursos seductores hablo de hechos cuando digo que Fidel Castro perjudicó a la sociedad cubana más que ayudarla, una sociedad que vive sin privilegios, oprimida, con el yugo del orgullo, condenados a permanecer aferrados a un sistema obsoleto pero sobre todo a una sociedad dividida, lastimada, sin la mas mínima protección de derechos humanos, si bien es cierto, su resistencia inspiró a muchos pero aun así lastimo profundamente a su pueblo.

Fidel ¿Héroe o Tirano?

Entonces, hablamos de dos personas completamente opuestas, un héroe, un inspirador, un idealista con sueños de igualdad y hegemonía y, por otro lado, un tirano capaz de sacrificar la libertad y crecimiento de su pueblo por un orgullo de lucha ideológica contra Estados Unidos de América contra un sistema capitalista, si de verdad esa resistencia a pertenecer a un mundo capitalista hubiera funcionado, la isla sería el paraíso puro, pero llegar a una isla donde la prostitución y el hambre están presentes, donde hay persecuciones por decir abiertamente lo que piensas o actuar de manera independiente, donde no puedes entrar como cubano a ciertos bares y hoteles por estar reservados solo para extranjeros, donde tienes que pedir permiso para viajar, para escribir, para todo, me deja muchas dudas del éxito de su sistema; Él hablaba de un América Latina unida y libre, pero entonces ¿qué entendía por libertad?

El problema no es su resistencia al pueblo americano, pueblo que también tiene un sistema fallido y hoy mas que nunca representado próximamente por un tirano, el problema es que esa resistencia tenía repercusiones lacerantes para los habitantes de la isla, y ese precio ha sido caro para los cubanos, ¿por qué la juventud salía a buscar oportunidades a México, a Miami, a todo el mundo?, ¿por qué Rusia abandonó la idea que tanto defendía Castro?, ¿por qué todos los años de su gobierno hubo represión en la libertad de expresión?, ¿por qué tanta censura?, ¿de qué tenía miedo?.

Para mí la izquierda nada tiene que ver con la opresión, con el abuso, con la represión, no se trata de partidos o corrientes aquí se trata de tiranía total y absoluta, celebrar a un tirano te convierte en su cómplice, no podemos aceptar a un tirano aunque tenga un discurso maravilloso, encantador pero basado en sueños, cuando estamos viendo la realidad en la que vivió, la gente debe tener derecho a decidir, en un contexto de libertad plena; Cuba es una isla con un dictador, que debe de empezar a pelear para romper ese régimen opresor del que son víctimas.

Si bien es cierto, Fidel era encantador, cautivador con las palabras, su verbo movía masas, pero ello no lo convierte en un buen gobernante y mucho menos en un buen hombre, no celebro su muerte, respeto su trascendencia histórica y su lucha incansable pero ello no implica que no pueda admitir que es tiempo que Cuba avance a la reconciliación, a la libertad y a la mas plena democracia, es tiempo de terminar con la paupérrima situación económica de muchos de sus habitantes.  El dictador ha muerto pero la dictadura sigue presente. Veamos lo que logra el “Fidelismo” frente a las necesidades actuales de libertad, respeto y democracia.

Fidel ¿Héroe o Tirano?

Por ello mi reflexión final es que estamos ante una muerte controversial de dos hombres que confluyeron en un mismo cuerpo, el primer hombre joven, lleno de ideales, fiel a sus principios, con la firme convicción de crear una Cuba auténtica, seductor, un excelente orador; y, el segundo, un hombre embebido de poder, perdido en el control absoluto de su pueblo, lleno de miedo a la crítica y a la oposición, un hombre egoísta incapaz de pasar la estafeta del poder, un hombre que dividió Cuba, que exilio intelectuales, un abusivo de sus capacidades de oratoria, un populista que mantuvo mas de 40 años una opresión bajo ideales obsoletos que creía en la resistencia a base de sacrificios que, excepto él, todo mundo debía cumplir.

“La tiranía ha sido derrocada. La alegría es inmensa. Y sin embargo, queda mucho por hacer todavía. No nos engañamos creyendo que en lo adelante todo será fácil; quizás en lo adelante todo sea más difícil. Decir la verdad es el primer deber de todo revolucionario. Engañar al pueblo, despertarle engañosas ilusiones, siempre traería las peores consecuencias, y estimo que al pueblo hay que alertarlo contra el exceso de optimismo”.

Discurso de Fidel Castro en su llegada a La Habana, el 8 de enero de 1959

Sigue leyendo a Erika del Sol