La toxina botulínica, también conocida como BOTOX, ha tenido gran divulgación entre dermatólogos y cirujanos para su aplicación con fines estéticos; como todo, tiene sus detractores quienes han tratado de impedir su uso, así como personas que la usan y lo recomiendan, pero ¿Qué es la toxina botúlica? Es una neurotoxina sintetizada por una bacteria denominada Clostridium botulinum. Se trata de uno de los venenos más poderosos que existen. Como agente de intoxicación o envenenamiento produce el botulismo, enfermedad que se caracteriza por el desarrollo de alteraciones vegetativas (sequedad de boca, náuseas y vómitos) y parálisis muscular progresiva que puede llegar a ser causa de muerte al afectar la función respiratoria.
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En estos días, es un producto muy purificado y que se administra en dosis muy pequeñas, por lo que su uso es bastante seguro a las dosis indicadas que se inyecta, particularmente en los músculos de la cara, de tal manera que su aplicación consigue eliminar las arrugas. En 1895, la toxina botulínica fue descubierta por el bacteriólogo belga Émile van Ermengem, profesor en la Universidad de Gante. En 1946, Edward J. Schantz de la Universidad de Wisconsin, consigue aislar la toxina de forma cristalina. En 1950, Vernon Brooks demuestra que la toxina bloquea la liberación de acetilcolina en las neuronas motoras, lo que produce la relajación del músculo.

No fue sino hasta la década de los 70 que se empezaron a hacer los descubrimientos más interesantes de esta toxina para uso médico. El oftalmólogo Alan Scott de la Smith-Kettlewell Eye Research Foundation de San Francisco, fue el primero que usó esta toxina para curar el estrabismo, inyectando una microdosis de esta toxina en el músculo oblicuo superior, lo que sentó las bases de su aplicación clínica oftálmica. Alan Scott creó la compañía Oculinum Inc. para realizar pruebas en humanos, y en 1988, la empresa Allergan Inc, compra los derechos para distribuir la toxina botulínica de tipo A. Es en el año 1989 cuando la Oculinum Inc. consigue la autorización de la Food and Drugs Administration (FDA) para comercializar la toxina para tratar el estrabismo y el blefaroespasmo (movimiento involuntario de los párpados).

El descubrimiento de la toxina botulínica para uso estético se llevó a cabo de forma totalmente accidental, a manos de una doctora, Jean Carruthers, en 1987, cuando estaba tratando a una paciente que sufría blefaroespasmo con la toxina botulínica tipo A. Notó que, a la vez que se solucionaba la contracción del párpado, desaparecieron las arrugas del entrecejo y de la patas de gallo mostrando la paciente un aspecto mucho más joven. Jean Carruthers y su marido, cirujano estético, emprendieron una investigación sobre 30 pacientes, que duró 3 años, y que sirvió para presentar ante la Academia Americana de Dermatología, el primer estudio de seguridad a nivel mundial de la utilización de la Toxina Botulínica-cosmético.

Los profesionales de la cirugía estética recalcan que el Botox ofrece unos resultados inmejorables en el tercio superior del rostro. Es decir, frente, “patas de gallo”, entrecejo y la comisura de los labios. La toxina es especialmente eficaz para combatir las arrugas de expresión, sobre todo alrededor de los ojos y la boca. Recientemente, se han encontrado un sin número de aplicaciones para la toxina purificada, que van desde el tratamiento de dolor en reumatismo avanzado, así como en el tratamiento de migrañas severas, entre otros.
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Actualmente en México, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios intensificará actos de inspección y verificación a los establecimientos que prestan servicios de cirugía y tratamiento estético en todo el país, con la finalidad de que se garantice el cumplimiento a las obligaciones de contar con cédula profesional para el personal que ejecute dichas prácticas, así como las autorizaciones y certificados correspondientes, además de la instalaciones en condiciones sanitarias adecuadas. Antes de acceder a este tipo de “tecnología estética”acérquese a un dermatólogo para tomar una decisión informada.

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