vortar-17Faltan sólo 18 días para que los votantes estadounidenses, 225 millones de personas que tienen derecho a sufragar y han sido registrados, elijan a quien será su presidente por los próximos cuatro años, a partir del 20 de enero de 2017.

Como nunca antes en la historia, esta elección resulta de suma importancia debido a las grandes diferencias entre las propuestas de campaña de los dos candidatos que aspiran a dirigir al país más poderoso del mundo. Es decir, elegir entre Hillary Clinton y Donald Trump, podría significar redefinir su modelo de país, y eso es lo quieren algunos estadounidenses.

 

Sin importar cuán repulsivo, ignorante, megalómano, racista, mentiroso, inmoral, vulgar, fanático, retrógrada, incapaz para la función pública – y muchos otros adjetivos más, igualmente negativos- se haya evidenciado Trump a lo largo de su campaña, es innegable que mantiene el apoyo de un sector de la sociedad estadounidense que se siente rezagado en su bienestar y estima que un cambio drástico de timón hará su futuro más promisorio.

vortar-18¿Qué es lo que ofrece Trump a ese grupo de estadounidenses? Destaco sólo dos de sus propuestas: les ofrece un país aislacionista, que centre su interés en los asuntos domésticos, que evite los costos por la participación y la cooperación en asuntos internacionales; que eluda las alianzas, y que cobre su colaboración en la seguridad de otros países. Este tema ha estado presente a lo largo de la historia estadounidense y en ocasiones los aislacionistas han impuesto su postura. Baste recordar que, en el pasado, al término de la Primera Guerra Mundial, estas voces impidieron que el congreso estadounidense ratificara el pacto de creación de la Sociedad de las Naciones, por lo que Estados Unidos no formó parte de esa organización mundial. En el presente, la participación de Estados Unidos en Irak y Siria es también muy cuestionada.

El candidato republicano les ofrece también revertir la diversidad de la sociedad estadounidense, actualmente multirracial, multiétnica, multilingüe, multicultural, y en la que se practican múltiples religiones. Esto, por un lado, expulsando a millones de inmigrantes, mayoritariamente mexicanos y otros latinos- aunque seguro después les tocaría a los chinos e indios que son ahora los nuevos inmigrantes más numerosos -, y por otro, impidiendo el ingreso de otros, como los musulmanes. Esta postura tiene también seguidores, y algunos muy influyentes. Ahí están los blancos supremacistas que participan en el Ku Klux Klan, los miembros de otras organizaciones de ultra derecha y muchos otros que se inspiran en ellos, así como los que entraron en la histeria colectiva que produjo hace unos años Samuel P. Huntington, al promover, por un lado, una reflexión sobre la pérdida de identidad de Estados Unidos debido a la inmigración, con su libro Who are we: the Challenges to Americas’s National Identity y, por otro, al alertar sobre la amenaza de que las nuevas guerras no serán entre Estados, sino entre civilizaciones, por razones culturales, religiosas y étnicas, en su obra The Clash of Civilizations and the Remaking of World Order.

“Se trata de construir un mundo que nos una y nos integre, no que nos divida ni discrimine”

Ambas promesas de campaña, son rechazadas por una mayoría de estadounidenses, particularmente los más educados e informados, según indican las encuestas. La segunda, atenta directamente contra los intereses y perspectivas de vida en ese país de los inmigrantes y de sus descendientes, aunque sean ciudadanos estadounidenses, pero también contra los afroamericanos, asiáticos, musulmanes y otros. En especial constituye una amenaza contra los mexicanos y otros latinos.

De ahí que para impulsar el voto de los latinos surgió recientemente una iniciativa novedosa que se suma a muchísimas que han venido trabajando en este proceso electoral, algunas de las cuales mencioné en mi artículo “Urgencia del Voto Latino” publicado el 28 de julio. Pero esta iniciativa, que lleva el título de “Diles que voten”, va dirigida específicamente a los mexicanos y otros latinos cuyos familiares o amigos son inmigrantes que viven en Estados Unidos, para que se comuniquen con ellos por teléfono, por correo electrónico o por whatsapp y les pidan que ejerzan su voto. Aunque no indica abiertamente que voten por Clinton es claro que busca frenar las aspiraciones trumpistas. De acuerdo a su página web, se trata de “un grupo de latinos con distintas profesiones: politólogos, comunicólogos, sociólogos, filósofos, ingenieros, creativos, mercadólogos y artistas que decidimos crear un movimiento para impulsar el voto de los latinos que viven en Estados Unidos de América…Buscamos convencer a las personas desde el amor y no desde el odio. Se trata de construir un mundo que nos una y nos integre, no que nos divida ni discrimine. Ayúdanos a combatir viejas creencias discriminatorias y peligrosas para la humanidad. Es momento de tender puentes para acercarnos, no de construir muros que nos alejen…”

vortar-19Este grupo, encabezado por Roberto Trad, estuvo recientemente en México para difundir su llamado, el cual no tiene precedente alguno y resulta pertinente porque un amplísimo porcentaje de mexicanos y otros latinoamericanos tenemos familiares o amigos “del otro lado”, y la elección en ese país tendrá consecuencias para toda América Latina y para el mundo. Hagamos eco de esta iniciativa y hagámosla extensiva a todos nuestros amigos estadounidenses, en Estados Unidos y en México.

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