EL MÉXICO DE AFUERA, AYER Y HOY

En un clima de fuerte tensión racial que amenaza con desbordar una escalada de violencia que no se había vivido desde la época de la guerra de Vietnam, y en medio de las convenciones nacionales republicana y demócrata, tres de las principales organizaciones latinas en el ámbito nacional de Estados Unidos llevaron a cabo sus convenciones o conferencias anuales, haciendo sentir su fuerte presencia.

En impresionantes eventos que dan cuenta de una cultura política de la que mucho podemos aprender, estas reuniones permiten a la comunidad hispana el análisis conjunto, a través de conferencias y talleres, de los temas de interés general de la comunidad latina y de aquéllos específicos de cada organización; pero lo más importante, permiten refrendar el compromiso con la causa que los mueve: la defensa de los derechos civiles de los hispanos en Estados Unidos.

Así, del 23 al 25 de junio tuvo lugar en Washington D.C. la Conferencia Anual de NALEO, la Asociación Nacional de Funcionarios Electos y Designados, organización creada en 1976, misma que reunió a  más de un millar de funcionarios hispanos de los diversos niveles de gobierno, que forman parte de la vida política estadounidense

convenciones1Ni Hillary Clinton ni Donald Trump, candidatos a la presidencia de Estados Unidos, aceptaron la invitación de NALEO para participar en su conferencia – la edición trigésima tercera-, lo que, en voz de Arturo Vargas, Director Ejecutivo de esta organización, es una afrenta para los hispanos y tendrá consecuencias en las urnas.

El senador Bernie Sanders, entonces aún  rival de  Clinton en las primarias demócratas, sí estuvo presente y aprovechó la oportunidad para exponer sus posiciones respecto a los temas de inmigración. Lamentó en su discurso que hubiera “candidatos que convierten la intolerancia en la piedra angular de sus campañas” y agregó: “Nuestro país necesita a alguien que nos una, no que nos divida”.

Entre otras personalidades que asistieron al evento destacaron los secretarios de Vivienda de Desarrollo, del Trabajo y de Educación, Julián Castro, Thomas Ruiz y John King, respectivamente, así como el embajador mexicano, Carlos Sada, quien participó en un panel sobre el lugar de los latinos en la escena global, junto al embajador de Canadá en EEUU, David MacNaughton y el vice embajador de Israel en Washington, Reuven Azar.

convenciones2A su vez, la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos, LULAC, la más antigua de las organizaciones latinas que pugna, desde 1929,  por el bienestar y el respeto a los derechos civiles de la comunidad latina en Estados Unidos, celebró del 12 al 16 de julio, también en Washington D.C., su conferencia anual número 87, con el lema “Latinos at the Seat of Power, con una audiencia que los medios de comunicación estimaron en 15,000 mil asistentes.

En este encuentro, Hillary Clinton reconoció las contribuciones de la comunidad latina y se comprometió a que en los primeros 100 días de su administración presentaría al Congreso un proyecto de reforma migratoria integral y haría una fuerte inversión para apoyar los negocios hispanos, especialmente los pequeños negocios.

Entre los oradores estuvieron también funcionarios de alto rango de la Administración Obama, entre ellos  los secretarios de Vivienda,  y del Trabajo, así como el senador Bernie Sanders.

Por su parte, el Consejo Nacional de La Raza (NCLR, por sus siglas en inglés), fundada en 1968, y destacada también por su lucha en pro de la igualdad de derechos y oportunidades para los hispanos en Estados Unidos, realizó su magno encuentro del 23 al 26 de julio en Orlando, FL. Ahí, donde  ocurrió la terrible masacre de 49 personas, la Junta de Directores del NCLR votó  a favor de adoptar políticas dirigidas a reducir la violencia por armas de fuego en la nación.

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Y, justo después de la Convención Nacional Republicana celebrada en Cleveland, Ohio, que oficializó la candidatura de Donald Trump, el encuentro del NCLR  tuvo como lema “Actúa, Participa, Vota”. El NCLR no invitó a ninguno de los candidatos que aspiran a la presidencia de Estados Unidos. “No pudimos invitar a alguien que ha usado una retórica racista, de intolerancia y está atacando a nuestra comunidad”, dijo Janet Murguía, presidenta del NCRL, y siendo una organización no partidista, tampoco se invitó a Hillary Clinton.

Son éstos, sólo tres plausibles ejemplos de la fuerte capacidad organizativa que ha desarrollado la comunidad latina, hoy compuesta por casi 55 millones de personas, – de los cuales 35 millones son mexicanos o de ascendencia mexicana- . Son estas organizaciones, junto con otras muchas  a lo largo y ancho de la Unión Americana,  las que luchan por sus derechos y brindan servicios de educación, de salud, de capacitación para el trabajo, de orientación para obtener la ciudadanía, de apoyo psicológico a inmigrantes recientes, etc. etc. Son éstas organizaciones, en fin, las que han apoyado a nuestra gente, a los mexicanos que decidieron emigran en busca de mejores oportunidades de vida;  a quienes los precedieron en este propósito y a todos los latinos en el vecino país del norte. Bravo!!!

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