Hay humo blanco en el cielo, un sentimiento de tristeza y dolor acompaña a las familias de las victimas del equipo de fútbol brasilero “Chapecoense” que ayer perdieron la vida en el dramático accidente aéreo en las cercanías del cerro “El Gordo” en el departamento de Antioquía (Colombia) cerca del aeropuerto Montenegro de Medellín y que dejó 71 muertos y 5 sobrevivientes. “Una gran tragedia para el fútbol”.

Hoy la tribuna llora al equipo Chapecoense

Hoy la tribuna llora al equipo Chapecoense

El avión salió desde Sao Paolo y fue obligado hacer escala en Bolivia en la ciudad Santa Cruz, desde allí, los últimos momentos registrados mostraban la alegría de un equipo joven que alcanzaba su mayor logro y que empezaba a tocar las mieles del éxito tras haber tenido un protagonismo en la Copa Sudamericana y haber empezado a resonar su nombre en las tribunas del estadio, este miércoles 30 noviembre se enfrentaría contra su rival el equipo colombiano Atlético Nacional de Medellín para jugar la final de la copa, sin saber,  el juego terminaba para todo su equipo que había empezado a florecer desde la creación de su club en 1973.

El Huracán del Oeste, como se le conocía al equipo brasileño, fue fundado en mayo de 1973 con la idea de revivir el fútbol en la ciudad de Chapecó, en el interior de Santa Catarina (Brasil), había sido un equipo humilde, que se abría campo en el deporte local, a punta de esfuerzo lograron demostrar su talento y se dieron a conocer en una copa internacional como esta, era su primera vez que hacían presencia en una liga mayor, sin embargo, en su pasado, habían recibido 3 títulos importantes nacionales, el primero 1977 y luego en el 2011 dos reconocimientos más que ponían de pie al “grande verde”. En el 2006 ganaron la copa Santa Catarina y en el 2014 fueron los ganadores de la copa de Brasil.

Hoy la tribuna llora al equipo Chapecoense

Hoy la tribuna llora al equipo Chapecoense

Su nombre cobró protagonismo este año al llegar a la final de la Copa Sudamericana después de dejar por el camino a equipos como los argentinos Independiente y San Lorenzo.

Un equipo que se forjó con esfuerzo y supo superarse, hace 3 años cuando el delantero Bruno Rangel llegó a las filas del equipo brasileño, este no tenía campo de entrenamiento, gimnasio o un bus para transportar al equipo; muchos de sus jugadores provenían de barrios humildes y debían caminar cada día varios kilómetros para poder llegar a sus entrenamientos, sin embargo, esto jamás fue un obstáculo que les impidiera salir adelante.

Hoy, la memoria de estos héroes que nos demostraron que para alcanzar los sueños no hay limitantes y que supieron renovarse para superar cualquier adversidad, se despiden dejando un último juego inconcluso, una cancha vacía y una tribuna que replica en silencio un sollozo llanto de dolor que los despide para siempre. América está de dolor. “Acompañamos a todas las familias de las víctimas y rogamos que solo el tiempo cure este día negro que ha vivido el deporte”.

 

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