Reconozcamos que todos en algún momento hemos sentido envidia. Es una emoción que daña profundamente nuestras relaciones personales pero más a nosotros mismos.

El PERO, se ha constituido en la palabra que descalifica y tipifica básicamente la envidia y la actividad personal. Gozamos del mal ajeno, de las dificultades en las empresas y todo esto utilizando también las redes sociales. La envidia aparece cuando alguien tiene algo que uno quería, cuando el compañero asciende en nuestro lugar o disfruta de comodidades que no tenemos.

Carlos es muy inteligente y es ascendido, pero no habla inglés, Julio vive en una linda casa pero la debe toda, Oscar se viste muy bien, pero es la ropa del hermano.

El PERO de la envidia

El PERO de la envidia

El pero se convierte en critica, murmuración, envidia, se presenta igual en las relaciones sentimentales cuando se descalifica a la pareja: muy linda y enamorada, pero no es del mismo nivel social, el pero produce en lo personal conflictos y rupturas, en lo político es grave cuando se descalifica al contendor con varios peros: pero tiene un negro pasado, pero está en contra de libre comercio, el pero de los pobres es un estímulo a la protesta social: este gobierno nos da educación pero es excluyente con los pobres, estas casas son de interés social pero de pésimos materiales,  en el comercio es demoledor para afectar a la competencia: este producto es bueno y económico pero los dueños está muy comprometido con dineros ilícitos, pero son de contrabando.

El pero es una expresión que compromete otros estados emocionales como el rencor, la avaricia, el odio, la frustración y nunca debe catalogarse como un sentimiento sano.

El utilizar el pero denota frustraciones personales, baja autoestima y la imposibilidad de poder conseguir los objetivos planteados. La inseguridad es otro de los factores que hace que se genere este tipo de sentimiento, lo observamos en nuestro entorno familiar o amigos y vecinos, personas que nos rodean y que no soportan los logros del otro.

El PERO de la envidia

El PERO de la envidia

Pero en otras ocasiones funciona en sentido contrario. Fulano fue mensajero pero que merito llegar a empresario. El Dr. Mancera es un borrachín y mujeriego, pero muy inteligente como candidato al congreso, mi vecino drogadicto, pero muy meritoria su recuperación y tener esta fundación, buen ejecutivo, pero vive con la mama.

Y así en todos los aspectos de la vida el pero constituye una crítica fácil y con gran capacidad de dañar. Se dice que en nuestros países se muere más gente de envidia y con peros que de un infarto al miocardio. ¿Habrá alguien  que no tenga pero?

¡No va a ser fácil encontrarlo!

 

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