Cada fin de año hacemos un balance de lo que hicimos durante los doce meses anteriores: qué hemos conseguido, qué no, qué nos habría gustado hacer, qué sigue pendiente. Y con un nuevo año por delante, vemos la oportunidad de un cambio de estilo de vida, de mentalidad y la ocasión de realizar todo lo que teníamos pendiente. Pero muchas veces todos esos propósitos de Año Nuevo se quedan en buenas intenciones y pocas veces los llevamos a cabo hasta el final. La tasa de fracaso según un estudio realizado por la universidad de Bristol es de 88%. Los hombres desisten primero que las mujeres, con una tasa de éxito del 22%, un 10% menos que el género femenino. Esto se debe al tipo de resoluciones que se hacen, más enfocadas al ámbito de la salud y el estar en forma.

Los propósitos más comunes son:

  • Perder peso
  • Organizarse mejor, ser más productivo
  • Ahorrar dinero y gastar menos
  • Disfrutar más de la vida y viajar
  • Mantenerse en forma y sano
  • Aprender algo nuevo (como un idioma o un hobby)
  • Dejar de fumar
  • Ayudar a otros (actividades de voluntariado)
  • Encontrar el amor
  • Dedicar más tiempo a la familia y relaciones personales

¿Cómo evitar el fracaso?

1. Enfoca tus propósitos, haz un plan: si lo que quieres es perder peso, ése no puede ser tu propósito. Enfoca tu meta en una acción concreta como por ejemplo, salir a correr lunes, miércoles y viernes, o inscribirme en un gimnasio este mismo lunes. Acciones más específicas te ayudarán a alcanzar tu propósito.
2. Menos es más: es lógico que en año nuevo queramos hacer de todo y al mismo tiempo. Pero debemos ser realistas y enfocarnos en lo que de verdad necesitamos y/o podremos alcanzar. Más vale un propósito cumplido que una lista entera sin cumplir.
3. Rodéate de buenas compañías: a veces creemos que los propósitos son actos individuales, pero el apoyo social te animará a alcanzar tus objetivos. Si tus más amigos no te apoyan, quizá uno de tus propósitos debería ser buscar otros amigos. Un estudio publicado en el diario de psicología de la salud así lo confirma.
4. Mantente positivo: uno de las principales causas de fracaso es el negativismo. Lo más importante es construir una autoestima fuerte. Si nos sentimos bien con nosotros mismos, nos será más fácil lograr nuestros propósitos. Por ejemplo, si tu propósito es perder peso y te comes una tarta de chocolate y te sientes culpable, lo más probable es que sigas comiendo. Sin embargo, si disfrutas de lo que estas comiendo y continúas trabajando fuerte por tu propósito (como que vas constantemente al gimnasio), vas a conseguir tus objetivos sin tanto dolor ni perjuicios emocionales.

Lo más importante para no abandonar tus propósitos de Año Nuevo, es construir una mente sana y fuerte, que entienda que hay que trabajar fuerte para conseguir algo, con disciplina pero sin sufrimiento.

 

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