La tradición de servir alimentos antes de los banquetes con el objetivo de despertar el apetito, en lugar de saciar el hambre. Y se remonta al Renacimiento italiano. Esto aparece escrito en la obra del cocinero italiano Bartolomeo Scappi (c. 1500-1577), y describe muy bien todo lo relacionado con los “antipasti” y “postpasti”.

 

Los antipasti pueden incluir tanto carne como verduras, siendo por regla general elementos fríos.​ Las carnes son cortadas en rodajas, incluyen  el prosciutto (jamón), fiambres y embutidos. En primavera se incluyen ensaladas y a veces encurtidos diversos.

 

El antipasto típico suele estar constituido por pimentones, berenjenas, cebollas y bottarga, macerados en una mezcla de vinagre y salmuera. A veces se incluye fruta, como puede ser melón o higos, o una fondue piamontesa  que contiene verduras crudas con acompañadas con salsas y queso fundido. Es frecuente que los antipasti se sirvan con bastoncillos de pan salado o trozos de pan canilla tostados.

 

Ingredientes

  • 4 berenjenas medianas
  • 4 pimentones grandes
  • 3 cebollas grandes
  • 6 cucharadas de aceite de oliva

 

Vinagreta:

  • 6 dientes de ajo machacados
  • 2 cucharadas de orégano fresco
  • 3 cucharadas de vinagre
  • Sal y pimienta al gusto
  • ½ taza de vino

Preparación:

Pelar y cortar en julianas las berenjenas, los pimentones y las cebollas. Sofreír en una sartén. Cuando estén todas cocidas, mezclarlas en un recipiente de vidrio con el aceite de oliva, el vinagre de vino, los ajos machacados, el orégano seco, la sal y la pimienta al gusto. Macerar durante tres días preferiblemente. Si se seca la vinagreta, se debe agregar más aceite de oliva.
Se sirve frío. Este delicioso plato se puede acompañar con pan de canilla.

Nota: Este manjar se conserva tapado en un recipiente de vidrio durante tres o cuatro días. Y se sirve como entrada o en un bufé de acompañante.

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