cuento

Alfredito, el elefante

Alfredito era un pequeño elefante que vivía en un extenso lugar lleno de flores, árboles y un calmado río que invitaba a todos los animales del lugar a jugar en sus cristalinas aguas. Una mañana Alfredito jugaba con la mariposa, el venado y la abejita. Los levantaba con su larga nariz y los ponía en su espalda; corrían al lado del río, y después de un rato los lanzaba en el agua, y con su trompa-regadera los bañaba. Pasaban ratos felices. ... Seguir Leyendo...

Cacería en enero

Una siesta, a fines de diciembre, tres hombres mayores, ahora jubilados, están sentados a la sombra de un viejo árbol de mango. Usan pantalones muy cortos y camisas amplias, de mangas cortas, o, pantalones de tela muy delgada y enrollados hasta las rodillas. Disfrutan de la refrescante bebida que llaman tereré. El sol, más que calentar, quema los cerebros de cualquier curepí sin sombrero que se atreva a caminar por las tórridas tierras de lodo seco de la gran llanura. Al menos, ese es el comentario que deslizan los tres adultos mayores que, como cada año, están reunidos para compartir viejas historias: lo único en común en estos días de su madurez. ... Seguir Leyendo...

La Playa

El trabajo de Bustamante se desarrolla dentro de una cabina de fibra de vidrio que está sobre la costa de la bahía, a escasos cien metros del agua, entre cientos de contenedores apilados, cuidadosamente, uno encima de otro, en grupos de tres o cuatro, pocas veces más que eso. El perímetro está cercado por un tejido de tres metros, encima del cual hay tres hileras de alambres de púas y un rollo de otros alambres, igualmente con miles de puntas afiladas. ... Seguir Leyendo...

EN NINGUNA PARTE (tercera entrega)

Harold quedó conmovido con esa historia y también con ese mundo lleno de disfrutes, desprovisto de preocupaciones y sin ninguna necesidad de dinero; y con el goce de una vida tan opulenta (Estar en “Ninguna Parte” es casi estar en Mónaco… cero pobrezas, cero obligaciones de trabajar; mientras en cambio Harold está acostumbrado a sus excavaciones de arqueología, a su rutina y a su vida modesta…) ... Seguir Leyendo...

El universo de don Roque

Don Orisvaldo y su esposa atienden la cantina a la que llegué. Estaba fresco y habían encendido una cocina económica, en un extremo de la cantina. Esto crea un ambiente agradable junto con el mostrador rústico y la mesa de billar casín. Al costado de éstas hay un par de máquinas tragamonedas.... Seguir Leyendo...