Desde que nací allá por la segunda mitad de los 70, siempre he tenido alrededor libros y cómics. Exagerando podría decir que las hojas de un cómic fueron mi primer pañal. Aprendí a leer muy pronto y muy pronto también me convertí en un buen lector, con toda la afición que puede tener un niño, o más todavía, si es que puede darse esa circunstancia.
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