Sin categorizar

Amor de papel

Martina no podía creer lo que veían sus pequeños ojos verdes. Gigantes de madera que sujetaban lo que a ella la parecieron millones de libros de todos los colores del mundo, muy apretados unos contra otros, que sólo dejaban ver un trocito de sus lomos. Hermoso cuento de Lola Ligia Estevan.... Seguir Leyendo...

¿Cómo saber cuál es tu misión de vida?

Todos los días desde que amanece, tal vez tu primera pregunta al despertar sea ¿Qué voy hacer el día de hoy?, esta pregunta la puedes responder muy fácilmente si estudias o trabajas y tienes ya definidos tus días, pero qué pasa si te cuestionas o replanteas esta pregunta por ¿Para qué estoy aquí? ¿Qué o cuál misión tengo en esta vida? ... Seguir Leyendo...

La Venganza

La sangre corría por torrentes deslizándose hasta el pequeño río que atravesaba el potrero, había estado corriendo desde las seis de la mañana de ese aciago domingo; los transeúntes uno a uno se detenían a contemplar el agua corriendo bañada de sangre, nadie podía determinar la fuente exacta de tanto líquido rojo, en pocas horas la gran aldea estaba alarmada. “La tierra está pariendo sangre, el agua se volvió tinta, ya va a ser el fin del mundo”, decían unos en tono sarcástico mientras otros los escuchaban preocupados.... Seguir Leyendo...

Gia Carangi: una vida de película

Parecería que una mujer bonita, joven y aclamada no tendría razones para quejarse de su vida, como si la felicidad fuera directamente relacionada con la belleza y la fama, y, sólo con tenerlas, la vida estuviera completa. La turbulenta vida de Gia Carangi, la supermodelo de los años 70 que sufrió su vida bajo la imagen pública y murió como una de las primeras celebridades víctimas del VIH, demuestra lo contrario. ... Seguir Leyendo...

El juego de niñas, el espejo de mi vida

Recuerdo que cuando jugábamos a las barbies, siempre su personaje era la mujer rica y adinerada, con múltiples ocupaciones, mientras mi muñeca siempre iba de falda corta, con zapatos prestados, despeinada y con la actitud de mujer sufrida y engañada, espero que ese juego de niñas no haya tenido nada que ver con mi elección de vida, lo que sí podría reflejarse en que aún sigo robando sus pulseras, tomando su ropa prestada y poniéndome sus zapatos.... Seguir Leyendo...